lunes, 3 de diciembre de 2007

Entrevista al jurista Walter Gutiérrez Camacho en el que propone estrategia legal para aprovechar el TLC

Por María Avalos (ANDINA)

Lima, nov. 12 (ANDINA).- El ordenamiento legal peruano no está en condiciones para ser útil o facilitar el aprovechamiento de las empresas nacionales de los beneficios de la pronta aprobación del Tratado de Libre Comercio (TLC) por Estados Unidos, advirtió el jurista Walter Gutiérrez Camacho.

De ahí, urge la necesidad de impulsar y elaborar una verdadera agenda normativa interna en el país, para ser más competitivos y estar a tono con las exigencias del mercado norteamericano, agregó el experto, quien también es director de Gaceta Jurídica.

¿El marco legal peruano es útil a las empresas frente al TLC?
–Diría que no. Aún hay mucho que hacer a nivel legislativo e institucional. Según la Constitución, un tratado es una norma y por lo tanto tendrá que adecuarse precisamente a nuestro ordenamiento jurídico.

¿Cuál es la agenda legal interna para aprovechar este tratado?
–Existen dos planos: de adecuación y competitividad. En el primero, hay alrededor de 70 normas que se deben implementar, aprobar y modificar para que este TLC sea realmente beneficioso al país. Ellas, por ejemplo, se refieren a propiedad intelectual, servicios financieros, aduanas, biodiversidad y telecomunicaciones.

En el Perú existen regímenes especiales con beneficios para determinados sectores; sin embargo, la Carta Magna establece la regla de la igualdad de la inversión, que con el TLC debe aplicarse. ¿Por qué?, porque el acuerdo exigirá esta homologación o igualdad en las reglas.

Así, en la Ley de Radio y Televisión se fijan límites a la inversión de extranjeros, lo cual debe modificarse justamente en línea con este acuerdo. En EE UU, también tendremos la misma regla de igualdad. Entonces, normas como éstas deberán implementarse de inmediato.

¿Qué tipo de normas son?
–Son, básicamente, normas con rango de ley o de carácter infralegal como administrativo, tributario, aduanero y de propiedad industrial, vinculadas con la organización y el funcionamiento del Estado, y otras referidas a algunos capítulos del propio TLC como la biodiversidad o propiedad intelectual.

En el Perú, por ejemplo, aún no se implementan las normas sobre patente de plantas, que deberá realizarse en línea con el Acuerdo de Cartagena, porque nuestra normativa en propiedad intelectual está vinculada también a los acuerdos del Pacto Andino. La Constitución no requiere ser modificada por el TLC.

El Estado como socio estratégico
En lo competitivo, ¿cómo evitar la sobreproducción legislativa?
–El segundo gran bloque de esta agenda legal interna es el tema institucional y de competitividad. El Estado debe ser un socio estratégico de los particulares, tiene el desafío de volver más eficientes las normas, la producción legislativa, reducir y simplificar las leyes para actuar de modo rápido, eficiente y con mejores respuestas a las nuevas exigencias.

En las actuales circunstancias, el Estado no es un socio ideal, sino un ente burocrático y productor incansable de normas. Fíjese, existen casi 600 mil normas, muchas contradictorias entre sí, lo cual dificulta las transacciones. El derecho en lo económico debe ser un facilitador de negocios y en el país eso no sucede. Ahí, hay un desafío por cumplir. Así que tenemos que pedirle a nuestro socio que adelgace y se vuelva más eficiente.

¿Todo un desafío?
–Uno de los problemas es la hiperproducción de normas y la innumerable cantidad de procedimientos. Es que el Perú no tiene una norma o regla general de producción legislativa que impida instaurar comisiones de modo arbitrario y que luego cree inseguridad jurídica. Entonces, hay una tarea por hacer en todo lo que es producción legislativa, para que ella sea más eficiente y menos numerosa.

Empleo para profesionales
¿El TLC es una nueva oportunidad de empleo para los profesionales peruanos?
–En efecto, muchos miran el TLC como un pacto que aumentará la exportación de bienes materiales, lo cual es la verdad, pero no completa. El gran beneficiado también será el sector servicios. Por ejemplo, desde 1993 a 2000, Chile exportó más del doble en este rubro, lo llevó de mil 800 a cuatro mil 100 millones de dólares en exportación de servicios.

¿Qué servicios?
–Pues, los servicios contables, de arquitectura e ingeniería. En el capítulo de servicios del TLC se permite al Perú exportar estos servicios y al cabo de un año de vigencia también lo harán los jurídicos y médicos. Es decir, los profesionales peruanos brindarán servicios desde el Perú o en Estados Unidos. Por supuesto que ello exigirá normas de adecuación, implementación, certificación y convalidación. Si Chile lo hizo, por qué no lo podemos hacer nosotros.

¿Eso exigirá mejorar la enseñanza peruana?
–Exacto, ahí tenemos un handicap, llegamos al TLC con una educación en crisis. Según el último informe del World Economic Forum, de 131 países calificados el Perú ocupa el penúltimo lugar en educación. Hay mucho por hacer para aprovechar el TLC. Es la oportunidad para nuestros profesionales de dejar de ser taxistas y exportar servicios, lo cual pasa por mejorar la educación.

¿En la abogacía se demandarán nuevas especialidades?
–Los abogados deben ponerse a tono con nuevas figuras del derecho regulatorio, libre competencia, propiedad intelectual, contratos modernos. No pueden pensar que su único espacio de desarrollo es el litigio, pues hay otras posibilidades como asesorar inversiones.
ón, de lo contrario nos quedaremos atrás, y lo que sucederá es que los abogados o contadores chilenos terminarán aprovechando el TLC peruano. Eso no debe pasar.

DOP (12/nov/2007)

Fuente: http://www.andina.com.pe/edpespeciales/especiales/2007/noviembre/tlc/12nov001.html

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